• Las primeras secuelas del coronavirus

    Las primeras secuelas del coronavirus

    Vuelvo a la carga para poder mostraros en esta ocasión información relevante sobre las principales secuelas y complicaciones de la enfermedad por coronavirus durante la estancia y tras el alta hospitalaria. Para ello se recopilan datos del estudio en autopsias de Italia, así como la experiencia que se lleva dando desde febrero en los hospitales de España.

    Las primeras autopsias que se llevaron a cabo en Italia han permitido recabar importante información en aspectos tan desconocidos hasta la fecha como las secuelas por coronavirus. En el estudio post-mortem de pacientes del norte de Italia se recogen los daños de tipo pulmonar, donde «se encontraron las características de las fases exudativa y proliferativa de la enfermedad alveolar difusa (DAD): congestión capilar, necrosis de neumocitos, membrana hialina, edema intersticial, hiperplasia de neumocitos y atipia reactiva, trombos de fibrina plaquetaria». Este último resultó ser el principal hallazgo, donde lo que destaca «es la presencia de trombos de fibrina plaquetaria en pequeños vasos arteriales. Esta importante observación se ajusta al contexto clínico de la coagulopatía que domina en estos pacientes y que es uno de los principales objetivos de la terapia». El estudio se basó en 38 pacientes fallecidos a causa de la enfermedad por coronavirus en un promedio de 16,27 días.

    En palabras de los investigadores se afirma que «el examen macroscópico de los pulmones reveló órganos pesados, congestionados y edematosos, con afectación irregular». Estos datos «apoyan firmemente la hipótesis propuesta por estudios clínicos recientes de que el Covid-19 está relacionado con la coagulopatía y la trombosis«. Por estas razones, «se ha sugerido recientemente el uso de anticoagulantes como tratamiento potencialmente beneficioso en pacientes con Covid-19 grave, aunque no se ha demostrado su eficacia y seguridad«.

    Fibrosis quística y otros detalles en el estudio de las secuelas por COVID-19 en Italia

    Cabe destacar que hasta un 85% de los pacientes por SARS-CoV-2 padecen secuelas respiratorias, entre estas destaca el daño pulmonar irreversible conocido como fibrosis quística, en las que la fisioterapia tiene mucho que aportar. «El 75 por ciento de los pacientes tienen inicialmente una afectación pulmonar bilateral que se manifiesta con mayor frecuencia como áreas subpleurales y periféricas de opacidad y consolidación del vidrio esmerilado. Además, edad avanzada y consolidación progresiva puede implicar un pronóstico general más pobre» afirma Melina Hosseiny, cabeza visible de este otro estudio. En cualquier caso, estos científicos puntualizan que por el momento «no se han reportado derrames pleurales, cavitación, nódulos pulmonares y linfadenopatía en pacientes con COVID-19«.

    Además de estas secuelas respiratorias, el virus del SARS-CoV-2 en algunos casos puede dejar secuelas en el corazón, el sistema digestivo y urinario. “Sabemos que las principales secuelas que deja el coronavirus Covid-19 afectan fundamentalmente al aparato respiratorio, pero hay otras que afectan a muchos órganos del organismo según las dolencias previas del paciente, como el corazón, el sistema digestivo o urinario. Es un virus que está generando un cuadro clínico más amplio respecto a otros virus, pero de momento no hay información sólida sobre las secuelas que produce el coronavirus Covid-19”, explicó Fernando Simón tras comentar la noticia en una de las numerosas sesiones del Comité de Gestión del coronavirus. Estas afirmaciones concuerdan con el estudio italiano visto anteriormente y el estudio que se llevó a cabo en China sobre coagulopatía como secuela por SARS-CoV en 200 personas.

    Afectaciones por coronavirus en los más jóvenes: tormenta de citoquinas y la linfopenia

    Dejando atrás el estudio italiano, y aunque son mucho más infrecuentes, las afectaciones a personas menores de 40 años también pueden resultar muy peligrosas.  Actualmente se sospecha que estas complicaciones de la enfermedad puedan tener una causa epigenética.

    Tormenta de citoquinas

    Las citoquinas son pequeñas proteínas mensajeras encargadas de la regulación de multitud de funciones celulares. Por citar un ejemplo, existen citoquinas que potencian la inflamación y otras que la inhiben con el objetivo de que la respuesta del sistema inmunitario sea proporcionada. La tormenta de citoquinas, también conocida como síndrome de liberación de citoquinas, supone una respuesta exagerada del sistema inmune en la que se produce un desequilibrio en el cual no se distingue al patógeno agresor de las células propias de nuestro organismo. La inflamación provocada como respuesta al virus SARS-CoV-2 en los pulmones provoca dos efectos muy graves a nivel pulmonar, produciendo su encharcamiento (acumulación de líquidos) y la destrucción del tejido de los alvéolos (los pequeños saquitos en los que se produce el intercambio de gases).

    Estos efectos provocan una gran incapacidad de la persona para respirar, por mucho que esta se esfuerce. Por si fuera poco, en determinados pacientes los estragos causados pueden provocar un fallo multiorgánico. Los pacientes confirmados por tormenta de citoquinas suelen tener un mal pronóstico.

    Linfopenia

    La linfopenia consiste en una disminución de linfocitos del sistema inmunitario en sangre. Estas células blancas tienen un papel fundamental en la respuesta inmunitaria adaptativa, pues suponen una reacción sofisticada del sistema inmunitario ante agresiones patogénicas como un virus. Numerosos investigadores y profesionales sanitarios de todo el mundo han observado que la relación entre linfopenia y COVID-19 favorece enormemente que un paciente pase de grave a crítico, pues el 85% de los pacientes que entran en un estado crítico, con neumonía grave, mostraban linfopenia. En la actualidad se desconoce que proceso se da en la enfermedad por coronavirus para provocar esta linfopenia.

    Síndrome post-UCI y SARS-CoV-2

    En los casos graves y críticos y como consecuencia de haber pasado semanas aislados, se produce un síndrome de post-UCI que puede necesitar tratamiento adicional para su recuperación y que puede llegar a durar de 6 meses a 1 año. Entre estas secuelas habituales se encuentra la atrofia muscular, ya que hay que enseñarles a andar de nuevo, secuelas neurológicas por pérdidas de capacidades mentales y manejo motor del cuerpo, úlceras por decúbito o escaras debidas al largo periodo de inmovilización, problemas de deglución a consecuencia de la intubación para respirar donde hay que enseñarles de nuevo a tragar y secuelas psicológicas a causa de la desprotección, la angustia y como consecuencia de haber vivido durante semanas sin poder ver el rostro de ningún familiar y únicamente el de sanitarios cubiertos por máscaras y otro equipo de protección individual.

    Espero que te haya sido útil este artículo. Recuerda que el 78% de los casos por coronavirus son asintomáticos. Mantén la calma y confía en el personal sanitario, no te dejes engañar por los bulos que circulan por internet sobre el COVID-19. Recuerda que el coronavirus no es una gripe común y protégete a ti y a los demas usando mascarilla en la lucha contra el virus.

    Dejar un comentario →

Dejar un comentario

Cancelar comentario

Uso de cookies

Nos obligan a molestarle para informarle del uso de cookies para ofrecer la mejor experiencia de usuario posible durante su visita. Si continúa navegando está dando su consentimiento a la siguiente política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies