¿Qué es la fisioterapia invasiva?
La fisioterapia invasiva engloba a las técnicas empleadas por fisioterapeutas que requieren de una aguja para su aplicación local a través de la piel. Mediante esta aguja especial se aplican agentes físicos como la electricidad o el calor, también se emplean para inyectar algunos fármacos a nivel subcutáneo. Hay que destacar que estos sofisticados procedimientos suelen aplicarse con la ayuda de un ecógrafo, mediante el cual se puede guiar a la aguja en su recorrido para que consiga así una mayor efectividad y seguridad en su abordaje.
Este conjunto de técnicas se diferencian de la fisioterapia convencional en que se dirigen de forma concreta y directa sobre el origen del tejido lesionado. De este modo la aguja estimula o practica una lesión controlada y puntual que activa el proceso fisiológico de reparación y regeneración del tejido afectado.
Entre las técnicas más habituales en la fisioterapia invasiva, se encuentran la EPI® (estimulación percutánea intratisular), la acupuntura neurofuncional, la mesoterapia y la punción seca. Su eficacia contrastada en lesiones de partes blandas (músculos, tendones, ligamentos y cápsula) ha hecho de la fisioterapia invasiva una alternativa a la cirugía en muchos casos.
Estas técnicas han mostrado sorprendentes resultados en las tendinitis crónicas, así como en lesiones de supraespinoso, pubalgias, tendinitis aquíleas, la epicondilitis y el síndrome de túnel carpiano. Estos hechos no sólo cambian el modelo de atender a los pacientes, sino que resulta más económico para los mismos y supone una mejoría en la calidad de su tratamiento de fisioterapia.
Las agujas de fisioterapia invasiva resultan prácticamente indoloras, ya que han sido mejoradas para minimizar el dolor al penetrar la piel. Sus resultados son evidentes desde la primera sesión, requiriendo de 4 o 5 sesiones para obtener una recuperación funcional óptima. Entre las pocas contraindicaciones absolutas de la fisioterapia invasiva, se encuentran aquellas personas que padecen de belenofobia, o miedo extremo e incontrolable a los objetos punzantes como las agujas, los pacientes psiquiátricos, las personas muy mayores y los niños pequeños.
Para beneficiarte de los tratamientos de fisioterapia invasiva, no dudes en consultar conmigo. También puedes dejar tu comentario en esta misma entrada.
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Hola. Muchas gracias por tu información. Me gustaría comentarte mi caso:
Contestar →He sido madre hace 3 meses y tengo en las dos manos tendinitis de querbain. Me han dado varias sesiones de fisioterapia, masajes con las manos.
Crees que me iría bien la fisioterapia invasiva? Tendría alguna contraindicación por el hecho de estar dando pecho? Lo digo por si inyectan medicamento y no es compatible con la lactancia… Muchísimas gracias por su ayuda.
en respuesta a Maria
¡Hola María! Los fisioterapeutas no podemos inyectar medicación. Las agujas que empleamos están libres de fármacos y actúan sólo a nivel físico y mecánico. En tu caso quizá se podría plantear un tratamiento con ondas de choque, pero no tiene porqué ser fundamental y el tratamiento conservador puede ser efectivo en casos propios como el del embarazo.
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