7 consejos antes de recibir un masaje

7 consejos antes de recibir un masaje

Son muchas las personas que conocen las múltiples ventajas que ofrece la masoterapia al organismo y a la salud de quienes reciben un masaje terapéutico. Entre sus beneficios, esta famosa terapia ayuda a reducir el estrés, la ansiedad, a fortalecer el sistema inmune, aliviar los dolores de origen muscular, mejorar la movilidad articular, curar las lesiones tendinosas, promover una mejor postura y un largo etcétera.

En la entrada de hoy aprovecho mi experiencia practicando esta disciplina para compartir con vosotros 7 consejos previos a recibir un masaje. Si recibes masaje de forma habitual, o si tienes una cita con tu fisioterapeuta próximamente sin duda este artículo te interesa. Estos son mis 7 consejos:

1. Se puntual: acude a tu cita con tiempo.

El número uno siempre es el más importante. Llegar pronto es una forma de respetar el trabajo del fisioterapeuta, además garantiza que cuadren los horarios preestablecidos en su trabajo. Llegar tarde puede ocasionar retrasos posteriores con otros pacientes o incluso puede hacerte perder minutos muy valiosos de tu sesión de masaje. No des pie a que eso ocurra, preséntate 10 o 15 minutos antes de tu hora, será suficiente.

2. Toma una buena ducha previa: aumenta la calidad de tu masaje.

Parece algo obvio, pero te sorprenderías de las situaciones que llegan a vivirse en la sala de masaje. Además de por higiene y respeto, la ducha previa ayuda a la eliminación de las células muertas de la epidermis y a que el aceite de masaje penetre mejor en la piel. De este modo conseguirás beneficiarte de todas las propiedades del aceite de masaje, además de que sea más cómodo y agradable de recibir con una piel limpia.

3. Considera la depilación o el rasurado: el masaje con vello no es bello.

El vello corporal dificulta las maniobras propias del masaje. Además, es más incómodo y requiere de mucho más aceite para realizarse de forma adecuada. Si eres hombre y tienes un vello abundante y grueso, es muy recomendable el depilado o rasurado del área que se vaya a trabajar con el masaje. No olvides eliminar el vello siempre de forma bilateral, esto es ambos brazos o ambas piernas (según el caso), pues en ocasiones los fisioterapeutas necesitamos comparar un miembro afectado con su homónimo sano.

El masaje es una terapia milenaria que ha sido modernizada con criterio científico hasta nuestros días.

4. Recibir un masaje supone cierta desnudez.

Los masajes implican cierta desnudez del cuerpo en función del área a tratar. De hecho, en las versiones más ancestrales de Asia, los masajes de cuerpo completo se realizan con el paciente completamente desnudo sin que esto suponga ningún tipo de erotismo. Si eres una persona pudorosa, estudia bien el vestuario que puedes llevar (mi recomendación es un pantalón corto que permita trabajar o un bikini). En cualquier caso, si por algún motivo esto te supone un problema siempre puedes preguntar antes a tu fisioterapeuta. Sin duda conseguir respeto mutuo es fundamental: no olvides que los fisioterapeutas somos profesionales sanitarios de carrera, estás en las mejores manos.

5. Si tienes el pelo largo: llévalo recogido o trae una goma.

Este punto es especialmente importante si además de tener el pelo largo vas a recibir un masaje general de la espalda, cuello y hombros. De esta manera evitarás terminar con el cabello engrasado por el aceite y facilitarás el trabajo durante la sesión de masoterapia.

6. Recuerda tus alergias, intervenciones quirúrgicas y patologías previas.

Antes de recibir un masaje, como con cualquier terapia, es básico conocer la historia clínica y los antecedentes del paciente. Existen una serie de casos en los que recibir un masaje puede ser una contraindicación parcial o total. Entre las contraindicaciones más destacables, se encuentran: intervenciones quirúrgicas, procesos inflamatorios agudos o bacterianos, enfermedades vasculares (como la flebitis) o de los ganglios linfáticos, la trombosis y la embolia arterial, problemas renales, enfermedades infecciosas (hongos, lupus) o tumorales, roturas musculares y el embarazo.

De igual manera, si tienes algún tipo de alergia, especialmente a frutos secos como la almendra, es muy importante que lo comuniques a tu fisioterapeuta.

7. Relájate y disfruta: ¡esto es obligatorio!

La luz, la música, la temperatura… El ambiente de la sala de masaje no es casual: está muy estudiado para optimizar los beneficios psicosomáticos de la masoterapia. Es conveniente dejar la vida laboral y los problemas a un lado durante la sesión, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán. Sigue las indicaciones de tu fisioterapeuta y relájate. Interactúa con el mismo sólo si experimentas sensaciones molestas o no deseadas.

Es muy habitual que los pacientes queden dormidos en algún punto del masaje. No sientas vergüenza si esto ocurre, es sin duda el mejor indicador de que se ha hecho un buen trabajo. No olvides tomarte unos minutos para volver al mundo real antes de levantarte de la camilla.

Espero que esta entrada te haya sido de ayuda. ¿Y tú, cuándo fue la última vez que recibiste un buen masaje?