20 motivos para mantener a los sanitarios contratados durante la pandemia de COVID-19
Debe ser un punto de inflexión en la reivindicación laboral en Atención Primaria, Atención Especializada, Atención Continuada y Salud Mental, entre otras.
-
Existe una necesidad estructural tanto de médicos/as como del resto de personal de equipo de atención primaria (EAP) para que este nivel asistencial pueda empezar desarrollar todo su potencial asistencial
-
La falta de personal no es la única carencia que actualmente tiene la atención primaria (AP) pero sí es una mejora inicial necesaria y obligatoria.
-
Es ineludible garantizar el tiempo necesario para cada acto médico/enfermería. Sin tiempo, cualquier otra mejora resulta inaplicable.
-
Resulta imprescindible la integración en las plantillas estructurales los nombramientos de atención continuada (NAC).
-
Debe ser prioritario que los NAC tengan definida una jornada ordinaria, unas retribuciones y unos derechos laborales idénticos al resto de personal estatutario de su categoría y especialidad.
-
Se debe preservar la longitudinalidad en la asistencia en AP, pero asumida por el equipo, con equidad y sin agravios.
-
Para conseguir todo esto hace falta aumentar las plantillas en AP y un primer paso para conseguirlo debería haber sido la prórroga de los acúmulos de tareas que finalizan el 31 de mayo. No hacerlo es dar un paso hacia atrás en este objetivo.
-
Resulta una enorme pérdida de oportunidad no encarar una reorganización de la AP en las circunstancias actuales.
-
Existe una notable infradotación de recursos humanos en los servicios de urgencias hospitalarios (SUH), con plantillas escasas y sin adaptación a las necesidades reales en los últimos años.
-
No se ha producido un refuerzo de personal de los SUH, sino que se han adecuado los nombramientos para permitir una mejor organización del trabajo y no verse abocados a un uso irregular de los NAC.
-
La necesidad de conseguir plantillas estables y homogéneas en los SUH es fundamental para un adecuado funcionamiento y para un reparto de los tiempos de trabajo correcto en todos los tramos horarios, asegurando el personal suficiente en función de la afluencia de pacientes.
-
Se requiere la puesta en práctica de un plan estratégico de los SUH que garantice profesionales suficientes para una asistencia sanitaria de calidad y para la supervisión del personal sanitario residente.
-
La Comunidad Valenciana cuenta con la ratio más baja del territorio nacional en profesionales de Psicología Clínica, Enfermería de Salud Mental y Trabajo Social, y una dotación mínima de Psiquiatras.
-
Los contratos en acúmulos de tareas en Salud Mental no han constituido un verdadero refuerzo al corresponderse exactamente con plazas estructurales que se habían solicitado en 2017.
-
Es necesario desarrollar un verdadero Plan Estratégico de los Servicios de Salud Mental, multidisciplinar, con una adecuada dimensión de las plantillas para:
- Garantizar la sostenibilidad del sistema.
- Prestar una asistencia sanitaria de calidad.
- Realizar una supervisión adecuada del personal sanitario en formación.
-
La Conselleria de Sanidad debe dejar de autorizar la externalización de las terapias con entidades privadas en el cuidado de la salud mental de la población.
-
Debe establecer, de una vez por todas, el peso y necesidades de cada uno de los servicios de Atención Especializada en base a criterios asistenciales y de cargas de trabajo, en vez de cuestiones de tipo circunstancial.
-
Se deben dimensionar correctamente los centros hospitalarios en su vertiente de procedimientos especializados e investigación y docencia.
-
Hay que actuar de forma urgente en la dotación de los servicios hospitalarios comarcales y periféricos, claramente infradimensionados, que se ahogan con las cargas de trabajo y sufren, de facto, de la característica de plazas de difícil cobertura, desde hace años. Y la situación va a peor.
-
Los servicios hospitalarios comarcales deben disponer de las tecnologías necesarias y también poder desarrollar investigación y docencia con garantías.