12 beneficios de la actividad física
El cuerpo humano está diseñado para el movimiento. Nuestro cuerpo, requiere de ejercicio activo de forma regular para mantenerse sano, funcional y en perfectas condiciones.
Es importante no confundir la actividad física con el ejercicio. Este último, es una variedad dentro de la propia actividad física. El ejercicio es planificado, estructurado, más o menos repetitivo y realizado con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de nuestras aptitudes físicas.
La actividad física abarca además otras actividades que suponen movimiento corporal, relacionadas como parte de los juegos, el trabajo, formas de transporte activas como la bicicleta, las tareas domésticas y otras actividades lúdicas y recreativas.
Beneficios para la salud de la actividad física
La evidencia científica ha demostrado reiteradamente en el tiempo los muchos beneficios para la salud que implica realizar actividad física:
1. Mejora y desarrollo de la fuerza y resistencia muscular, aumenta su capacidad funcional y pulmonar para realizar actividades tanto dentro como fuera del deporte.
2. Favorece el desarrollo de la estructura y función de los huesos y articulaciones, para mantener el aparato locomotor fuerte y sano.
3. Mejora el control del sistema neuromuscular, lo que aumenta la coordinación de los diferentes movimientos que permite nuestro cuerpo.
4. Fortalece nuestro corazón, reduciendo de este modo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
5. Regula el peristaltismo del intestino, favoreciendo el tránsito intestinal y en consecuencia la digestión.
6. Es protagonista en el control del peso corporal, ya sea tanto para reducirlo como para mantenerlo. Esto se debe al aumento de la combustión de grasa acumulada en las actividades de tipo aeróbico.
Además, en los adolescentes, el ejercicio ayuda al desarrollo de los huesos, músculos, articulaciones, la coordinación y el sentido del equilibrio. En la edad adulta y en adelante, es de gran ayuda para combatir factores de riesgo cardíaco tales como la hipertensión arterial, el colesterol y la obesidad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la lista de beneficios citada anteriormente puede conseguirse con un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada. Ejemplos de este tipo de actividad serían correr, caminar, pasear en bicicleta, bailar, nadar, patinar… Se trata de encontrar la actividad que más nos guste, motive y con la que nos sintamos más cómodos a la hora de practicarla.
De igual manera, si eres una persona más bien sedentaria el secreto está en la progresividad para poder alcanzar esos 60 minutos diarios. Es recomendable comenzar con actividades livianas para así poder con el tiempo añadir más duración, frecuencia e intensidad a los ejercicios. Los comienzos pueden ser difíciles, pero siempre es mejor hacer un poco que no hacer nada en absoluto y quedarse apoltronado en el sofá.
Beneficios psicológicos de la actividad física
Por otro lado, la actividad física cuenta con una serie de beneficios psicológicos que nos ayudan, entre otras cosas, a conciliar el sueño, estar más animado e integrarnos socialmente:
7. El ejercicio libera endorfinas que actúan directamente en el encéfalo produciendo sensación de bienestar, felicidad y relajación, inhibiendo parcialmente la sensación de dolor.
8. Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, aumentando el optimismo. Además, de forma colateral mejora la calidad del sueño.
9. Favorece el desarrollo del pensamiento abstracto, pues en el mundo del deporte se emplean conceptos tales como la profundidad, la fuerza, la velocidad, las distancias… Estos términos se emplean también a nivel académico y en la vida diaria.
10. Mejora del rendimiento académico, aumentando la capacidad de concentración y optimizando por tanto los tiempos necesarios a la hora de estudiar o aprender una materia.
11. Desarrolla la conciencia social del individuo. Permite compartir actividades con la familia, los amigos y enseña a trabajar en equipo con tal de cumplir un objetivo.
12. Proporciona experiencias útiles para la vida diaria gracias a la estructuración de una actividad, la importancia de repartir roles en el equipo y la secuenciación de metas.
La actividad física en niños y adolescentes, en peligro
De toda nuestra vida, la infancia y la adolescencia son las etapas en las que más activos estamos físicamente. En la actualidad, los niños y adolescentes han pasado de jugar en la calle y practicar deporte con los amigos a pasar el día, la tarde y la noche usando dispositivos móviles, consolas y ordenadores. Por supuesto esto no hace ningún favor a la salud de nadie, y menos de personas que se encuentran en fase de desarrollo y crecimiento.
Los hábitos que se instauran en estas edades tan críticas suelen persistir en el tiempo. Coger malos hábitos en estas etapas tan importantes supone una gran dificultad para ser corregidos durante la edad adulta.
Ya lo sabes, toma conciencia. Seas niño, joven, adulto o mayor, no lo olvides ¡mantenerse activo es sinónimo de salud!
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